Tienes un menú demasiado largo
CUANDO TU CARTA PARECE UNA ENCICLOPEDIA… Y NO UN NEGOCIO RENTABLE
A veces parece que cuantos más platos hay, mejor va a funcionar el restaurante.
Más opciones, más clientes contentos, más ventas… ¿no?
Pues no.
Un menú demasiado largo suele ser el primer síntoma de un negocio sin foco.
Y en lugar de sumar, te está restando.
En tiempo, en dinero, en eficiencia… y en imagen.
Vamos a ver por qué ocurre, qué consecuencias tiene y cómo resolverlo sin perder personalidad.
TE COMPLICAS OPERATIVAMENTE
Cada plato extra implica más productos, más mise en place, más procesos, más formación, más espacio, más control.
Y todo eso se traduce en:
— Más posibilidades de error
— Más mermas
— Más lentitud en cocina
— Más rotación de producto
— Y más estrés para el equipo
Un menú largo puede hacer que tu cocina no sea operativa.
Y si no es operativa, nunca será rentable.
EL CLIENTE SE BLOQUEA
Demasiadas opciones confunden.
El comensal tarda en decidir, pide “lo de siempre” o elige al azar.
Y muchas veces ni recuerda lo que vio.
En cambio, un menú claro, bien diseñado y equilibrado hace que el cliente elija con confianza… y repita con gusto.
Menos platos = más enfoque.
Más enfoque = más impacto.
NO SABES QUÉ ESTÁS VENDIENDO REALMENTE
Si tienes 60 platos en carta, es imposible que todos se vendan igual.
¿Conoces tu top 10?
¿Sabes cuáles son los que más margen dejan?
¿Y los que apenas se mueven?
Un menú largo diluye el análisis y hace que el negocio se gestione “a ojo”.
Recortar la carta no es limitarte.
Es empezar a entender tu negocio.
TE ESTÁS DILUYENDO COMO CONCEPTO
Un menú larguísimo manda un mensaje muy claro al cliente:
"No sabemos a qué nos dedicamos".
Carnes, sushi, pizzas, wok, hamburguesas, ceviches y arroces… en el mismo menú.
¿Dónde estoy comiendo?
Eso no da confianza.
Da sensación de improvisación.
Una carta coherente transmite identidad.
Y la identidad es clave para diferenciarte y posicionarte.
NO PUEDES CONTROLAR EL FOOD COST
Cada ingrediente nuevo que entra es una nueva variable a controlar.
Y en muchos menús extensos, hay productos que se usan en un solo plato.
¿Merece la pena tener ese lomo de bacalao solo para un plato que se vende 3 veces por semana?
Reducir carta te permite:
-
Optimizar compras
-
Negociar mejor con proveedores
-
Aprovechar mejor los productos
-
Y mejorar el control de escandallos y mermas
CONCLUSIÓN
Un menú largo puede parecer una buena idea… pero muchas veces es el lastre que te impide mejorar.
No se trata de hacer una carta corta porque sí.
Se trata de hacer una carta inteligente: coherente, rentable, operativa y alineada con tu concepto.
Porque en hostelería, como en la vida, menos suele ser más.
¿Quieres que tu carta trabaje a favor de tu rentabilidad y no en tu contra?
En RIMA Consulting analizamos tu menú, detectamos fugas de dinero, simplificamos procesos y te ayudamos a construir una propuesta clara, atractiva y rentable.
Visita nuestra web: www.rima-consulting.es
Escríbeme a: rima-consulting@outlook.com
O llámame directamente al 604935471
Tu carta puede ser tu mejor herramienta de rentabilidad.
Nosotros te ayudamos a afilarla.
Comentarios
Publicar un comentario